Mi vida, de Marcel Reich-Ranicki. Galaxia Gútenber, traducción de José Luís
Gil Aristu.
La muerte de Marcel Reich-Ranicki, el célebre crítico literario alemán, me
ha rescatado de la memoria pasajes de su libro Mi vida, que Galaxia Gútenberg
publicó hace tiempo y que tal vez alguna editorial recupere para la ocasión.
Los diarios han recordado las vicisitudes de su vida marcadas por su origen
polaco y judío, y por el contexto histórico en el que nació, además de sus
célebres enemistades con escritores como Henrich Böll y muy especialmente
Günter Grass, de quien llegó a destrozar en su programa televisivo un ejemplar
de Mi siglo (que bien podría verse como un acto de inesperada publicidad que
muchos querrían pera ellos).
De este libro recuerdo algunos pasajes que por un motivo u otro han medrado
en mi memoria. Recuerdo las palabras de su madre, cuando lo envía a Alemania de
joven a estudiar, y mientras lo ayuda a vestirse le susurra que se va a
estudiar “al país de la cultura”, sin poder predecir el alcance real que tendrían
sus palabras. O su vida en el guetto de Varsovia, donde Los cuarenta días del
Musa Dagh, la novela de Frank Werfel sobre la persecución de los armenios por
parte de los turcos fue un auténtico best seller. O la publicación tiempo más
tarde de las memorias de Albert Speer, probablemente la persona más cercana a
Hitler que salvó el cuello tras la guerra, y sus hirientes palabras “ojalá él
pudiera verlo” mientras acariciaba los ejemplares de su monumental libro. O su
relación con el escritor polaco Stanislaw Jerzy Lec, famoso por sus aforismos y
más íntimamente por un egocentrismo feroz, que en un alarde de modestia se giró
hacia Marcel para decirle “ahora dejemos de hablar de mí y hablemos de usted:
¿qué piensa de mi último libro?”.
Tal vez el problema sea que, dejando de lado los pasajes de su vida ligados
al momento histórico que vivió, las referencias literarias y culturales son
fundamentalmente alemanas y hacen que a algunos se nos haga un poco largo.
No es, en definitiva, un libro que pretenda volver a leer, pero la ocasión
me ha traído a la memoria pasajes y anécdotas de esa vida que sin duda fue
vivida con intensidad hasta el último momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario