jueves, 22 de noviembre de 2012

JO CONFESSO, DE JAUME CABRÉ



Jo confesso, de Jaume Cabré. Editorial Proa.


A veces se hace difícil no hablar del todo bien de una novela que genera entusiasmo y reconocimiento general. Crees que tal vez tu lectura no fue la más apropiada, que probablemente las 1000 páginas de este libro en particular no fueron leídas con la continuidad adecuada, por ejemplo.

Tal vez sea lo que me ha pasado con el último libro de Jaume Cabré, pero lo cierto es que escarbando un poco por la red aparecen diversos comentarios que no son tan elogiosos como ha sido la crítica “más reconocida”, por decirlo así (es decir, la que han realizado suplementos y críticos literarios, donde he observado una desconcertante unanimidad).

Me ha costado ver continuidad en las diversas historias que, a modo de puzle quieren tejer la novela. Sus dos personajes principales los he encontrado algo planos, sin la profundidad que daría de sí la extensión del libro. Esa ambición de querer comprender el mal que recorre el siglo XX creo que se caracteriza de manera un tanto superficial y está rodeado de lo que llamaríamos lugares comunes, empezando por el nazismo y Auschwitz. Además, parece querer envolver la novela en una especie de halo erudito y culto y eso lo he acabado viendo más bien como  un ornamento que no ayuda a profundizar realmente en los temas que pretende la novela (comenzando por el tema del mal que ya mencioné y que se ha mencionado con frecuencia cuando se ha hablado de esta novela en los medios). La documentación que hay detrás de una novela no debe quedar tan en primer plano, sino que ha de ser algo que quede de manera más sutil, fundamentándola, formando parte de las columnas que la aguantan. Un conocimiento amplio de, por poner un ejemplo que no atañe a esta novela, la Edad Media, sencillamente ha de servir para hacer que una conversación de dos personajes en esa época, o la simple observación del paisaje de uno de sus personajes, sea creíble.

Nadie puede dudar que detrás de este libro hay ambición, dedicación y oficio (o lo que un profano como yo puede entender por estos términos) pero encuentro demasiados motivos para que no llegue ver la misma novela que la crítica ha elogiado de manera tan unánime.
En fin, como siempre una segunda lectura, más calmada, tal vez me ayudaría a matizar lo que he dicho (o tal vez todo lo contrario). Pero releer un libro de esta extensión es complicado cuando tienes tanto que leer ante de morirte.

2 comentarios:

Profedevalen dijo...

Creo que no ha entendido nada. El titulo es clave para entender la idea del mal q domina toda lamhistoria. La confesion implica ese reconocimiento implicito del mal. Por eso en esta novela todo personaje acabe confesando algo q actua como causa de otra confesion. Le recomiendo elmultimo capitulo de la propia novela donde el narrador afirma: todo libro q no exige una relectura, no merec ser leido. Seguro q su opinion acaba cambiando. Enhorabuena por el blog.

JOAQUIM dijo...

Espero que efectivamente una segunda lectura, más continuada que la que ha tenido este libro, me ayude a ver las cosas de manera diferente. Probablemente prefiero historias más modestas y con personajes más trabajados que libros tan ambiciosos como este. Tal vez la naturaleza del mal, que ha preocupado a tantos escritores, se consiga mejor con ese tipo de historias. Muchas gracias por tus comentarios. Un Saludo.