martes, 13 de diciembre de 2011

EN LA MITAD DE LA VIDA: UNA NOVELA FRANCESA, DE FRÉDÉRIC BEIGBEDER




Una novela francesa, de Frédéric Beigbeder. Editorial Anagrama, traducción de Francesc Rovira.

Escribe Frédérid Beigbeder que no hubiera escrito este libro si no hubiera estado arrestado tras ser detenido por consumo de drogas en plena calle y haber comprobado las condiciones que sufren en pleno París del siglo XXI los que son detenidos por delitos que sin ser graves son tratados como si lo fueran. Lo cierto es que esa experiencia le llevó a escribir una novela que probablemente se concibió por motivos de defensa propia pero acabó por ser una novela autobiográfica escrita desde lo que consideraríamos la mitad de su vida, como el balcón en el desde el que ve su infancia ya perdida y de la que no ha sido consciente hasta ese momento. Lo cierto es que ese recorrido vital no nos sería de gran interés si no fuera por cómo intenta ligarlo a la historia del Francia del pasado siglo, a una visión del declive del mundo pequeñoburgués y a una necesidad de hacer balance, de mirar hacia atrás y escarbar en lo aparentemente anodino de su vida.

Se me ocurre pensar qué descubriríamos si hiciéramos algo similar, a pesar de no tener nada en particular que narrar de nuestra vida. A pesar que construir nuestra propia autobiografía pudiera ser poco interesante para un tercero, es probable que descubriéramos cosas insospechadas: reconocimientos póstumos, la visión de un mundo esfumado bajo al forma de rituales familiares, canciones, simples marcas de objetos cotidianos, que  adquirirían con el tiempo significados nuevos, verdaderos símbolos del pasado y de una manera de ser y pensar. Podríamos elaborar,  como hace Beigbeder una lista de cosas que debemos a nuestros padres, partiendo aunque fuera de gestos insignificantes ante un espejo, y sorprendernos.

Parte Beigbeder de un material nutrido de referencias cinematográficas, musicales y literarias que le sirven en parte para ligar un pasado que dice recordar de manera muy vaga. Con ese estilo ágil y muchas veces algo agresivo (aunque parece que no tanto como lo que hasta ahora ha mostrado en lo que ha publicado) hace una crítica feroz de la familia, sin duda influenciado por su propia experiencia (fue hijo de padres separados), de la relación con su hermano (de gran importancia dentro de la novela) y a su vez lo enlaza con un ataque a un modelo de vida “pequeñoburgués” en el que sin duda fue educado y con una crítica a la historia de Francia del pasado siglo, caracterizado según él por la amnesia colectiva.

En definitiva un ejemplo de autobiografía no del todo ortodoxo pero sin duda marcado por una voz sincera, crítica y mordaz. Y en esa visión personal de la realidad, alejada de modelos  más contenidos que muchas veces caracterizan este tipo de obras.

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