viernes, 4 de diciembre de 2009

EL UNIVERSO DETRÁS DE GETXO



Verdes valles, colinas rojas; la tierra convulsa, de Ramiro Pinilla. Tusquets editores.

Pocas novelas, muy contadas, desprenden la venerabilidad que desprende esta. Y lo hace por muchos motivos: porque esconde un auténtico universo autónomo de historias y vidas, porque es la culminación, a los 80 años, de décadas de dedicación, porque ese mundo se ha creado en silencio, tansólo con el sonido de fondo de esas olas que lamen incesantes la playa de Arrigúnaga, el crisol del mundo de Ramiro Pinilla. Es esta novela una obra casi de artesania, lejos de los fabricantes de libros que colman muchas veces las librerías.

Es cierto por otro lado que el País Vasco en un lugar que se presta como pocos a este tipo de recreaciones literarias, porque la novela juega con ese universo mítico celoso en su endogamia, de tradiciones orales y de apellidos con resonancias telúricas que entrarán en conflicto con un mundo nuevo.Para ello ha creado un mundo imaginario pero dentro de las coordenadas geográficas reales de Getxo y sus alrededores.

La tierra convulsa, la primera obra de la trilogía Verdes valles, colinas rojas escenifican las transformaciones que sufre la sociedad vasca de finales del XIX: la intransigencia aranista del naciente nacionalismo vasco por un lado, la aparición del discurso socialista y la movilización obrera por otro, con toda la transformación del paisaje humano y social que eso implica, hasta la eclosión final en esta primera parte de los hombre del hierro: los vascos que con el peso de su frondoso árbol genealógico a sus espaldas finalmente ceden al becerro de oro de la industrialización. Pero lo sorprendente es ese sutil humor con el que muchas veces lo retrata, sobretodo esa manera como muetra al vasco contemplando la llegada del socialismo, del maketo, como algo que le cuesta entender, como ajeno a su mundo e incomprensible para él.

Tampoco la recreación del mundo mítico que sustenta la pureza originaria y primigenia del mundo de Getxo se libra de ese sentido del humor, esta vez bajo la forma de discusiones en apariencia vanales pero que perviven a lo largo de los siglos dentro de la comunidad y que se acaban erigiendo como el verdadero nexo que las une, como si alrededor de ellas girara el resto del mundo: así, bajo la discusión entre clanes familiares sobre la propiedad de una extraña mole de madera encontrada en la playa en los tiempos paganos y recreada generación tras generación, contemplamos desde la llegada del cristianismo hasta la aparición de un sindicalismo.

Veremos que depara el resto de la obra, y cómo no, qué tiene que decir de tiempos más recientes. Para ver el hombre que se esconde tras el escritor, esta entrevista no está mal.


Getxo, vista de Algorta

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