El ciclista de Chernóbil, de
Javier Sebastián. DVD ediciones.
Hay pocos iconos tan
significativos dentro de la historia del pasado siglo (y a la vez tan
olvidados) como el de Chernóbil, ya sea leído como el principio del fin del
régimen soviético o como la capacidad del ser humano para su autodestrucción. Y
sin duda ningún lugar como Pripyat, la ciudad vecina abandonada de un día para
otro a causa del accidente nuclear sea justamente la representación presente de
ese punto final. Es un lugar que despierta una inquietante fascinación, con su
vida detenida en un momento muy concreto de la década de los ochenta, con su ya
célebre noria, con sus edificios al estilo Le Corbusier, con sus revistas y
diarios desperdigados por el viento, que siguen lanzando alabanzas a un régimen
ya desaparecido. No sé si ha habido algo parecido a una literatura que tratara
ese momento, sus consecuencias, las vidas sacrificadas. No sé si muchos poetas
habrán cantado a la triste Pripyat, pero sin duda sería hoy día fuente de
inspiración, el símbolo del final de una era.
No es por tanto fácil plantearse
una novela a partir de todo ello, y menos desde la distancia (en este caso
desde España). Pero el resultado creo que ha sido este excelente libro, que
parte de la vida de Vasili Nesterenko, uno de los encargados de las labores de
extinción del incendio en el reactor
nuclear pero que mezclando una laboriosa información documental sobre aquel
episodio, y recreando a un Nesterenko ya anciano abandonado en París crea una
novela que tiene como corazón la vida de toda una serie de colonos en el
Pripyat post-apocalíptico, tanto de los que se resistieron a marcharse como de
los que volvieron, o incluso sencillamente de los que encontraron allí su
lugar. Un libro realizado con diversos elementos, con diversos materiales y
donde se juega con la realidad y la ficción en diferentes planos que convergen
en la inhóspita Pripyat.
Tal vez al final lo que más me ha llegado del libro no ha sido el trasfondo de denuncia o advertencia alrededor de la energía atómica sino más bien la capacidad de crear un nuevo espacio para la literatura.
En la web de Javier Sebastián puede consultarse toda una serie de materiales acerca de este libro:
Y una entrevista con el escritor aquí
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